Rubén, AKA Big Chef y alma mater del templo Fiesta, El Bar del Mercao, es también uno de los socios fundadores de Gato Macho Colectivo Cultural, un grupo de amantes de la música underground que organiza “a pulmón” tremendos saraos en la escena marbellita para aportar, como dicen ellos “un poquito de color al pueblo”. Agitador cultural, colaborador radiofónico, vicepresidente del Marbella Rugby Club… también él formó parte del proyecto Miradas de una ciudad, de Jesús Chacón, que se presenta el próximo 28 de marzo en el Museo del Grabado Español Contemporáneo.
En “Miradas de una ciudad” representabas al mundo del deporte pero también haces más cosas…
Sí, Jesús contactó conmigo como vicepresidente del Marbella Rugby Club aunque también por mi faceta profesional con el bar Fiesta del Mercao y por el tema de los conciertos que organizo con la asociación Gato Macho Colectivo Cultural.
¿Qué recuerdas de la sesión?
En principio, con muchos nervios. No sabía posar. No estoy habituado. Recuerdo que había poca luz, el estudio a oscuras. Parecía un interrogatorio de la KGB (risas). Pero la verdad que fue muy ameno porque te lo hacía muy fácil, conversando y hablando de todo un poco. Mientras tanto iba tirando fotos. Él hacía hincapié en que abriera los ojos, y estuvimos una hora y media por lo menos.
Retrato Miradas de una Ciudad.
Durante estos años has seguido la evolución cultural y deportiva de Marbella. ¿Qué evaluación harías?
Pues antes de la etapa del GIL, hasta el año 91 hubo, sobre todo en la segunda mitad de los ochenta, una iniciativa espontánea popular que en el 87 tomó forma y se convirtió en la primera MarbePop. Participamos en ella un montón de gente, entre ellos nuestro Manolito Lara (tristemente fallecido hace unas semanas), y montamos un grupo junto a Pablo Miralles, Michel Vitrotti, Carlos Sánchez y yo mismo, que se llamaba Pepe Mollete y los de Antequera.. Fuimos los primeros que abrirnos ese festival que continuó durante años. Había multitud de grupos, gente que hacía fanzines, fotografía, teatro… De ahí salió gente como Mariola Fuentes, Pepón Nieto, David Delfín… Cuanto entró en el 91 GIL todo eso se fue al garete.
¿En qué consistió aquel cambio?
Empezó a cerrar bares. El casco antiguo, que es donde se generaba ese movimiento cultural, lo trasladó. El puerto deportivo también lo censuró y creó una especie de gueto juvenil en el Banana Beach de aquella época. A renglón seguido todo aquello fue desapareciendo. Y en el mundo del deporte, podría decirse sin exagerar que llevamos 30 años de desfase con respecto a poblaciones de alrededor como Torremolinos, Estepona o Mijas que tienen instalaciones deportivas de primer orden. Aquí, a causa de la esquilma de terreno que hubo, no hay espacios para crear nuevas instalaciones. Los últimos equipos de gobierno no han sido capaces de plantear alternativas.
¿Qué se está haciendo en otras ciudades que dé envidia sana?
El Rockin Race Jamboree de Torremolinos, sin ir más lejos. Ves ese teatro que tienen en el recinto ferial con el aforo lleno, más de 5.000 personas asistiendo al 25 aniversario de ese festival de rock&roll y rockabillys maravilloso y te da envidia. Eso sería imposible de hacer en Marbella. O Estepona que ha llegado a tener cuatro salas para conciertos, aunque ahora tiene dos pero eso sí, con la mitad de ciudadanos de Marbella. Aquí con suerte y mucho esfuerzo hemos conseguido que se asienten las Matinés del Mercado donde, de vez en cuando, traemos grupos internacionales.
©Fiesta, El Bar del Mercao / Irene Fernández el timon del negocio.
Eso ocurre en tu bar del Mercao, que se ha convertido en un punto de encuentro.
Sí, empezó hace diez años como una fórmula para salir de la crisis. Mi bar era una taberna que funcionaba a base de desayunos. Con la crisis tuvimos que reinventarnos. Mi cuñado Víctor Sánchez, que es un artista polifacético, me propuso hacer un concierto con su banda, un trío. Así empezamos haciendo dos o tres por mes, siempre en sábado. Ahora tenemos programación de octubre a mayo, una vez al mes. Se ha convertido en una pequeña isla para los conciertos en vivo aquí en Marblella. Son grupos con trabajos propios y al menos, a la gente que le gusta la música alternativa, de vez en cuando, le damos la oportunidad de ver un concierto. Quitando esto y algún pequeño festival que hacemos; los conciertos del Catarina, en Nueva Andalucía, y Vikings, en San Pedro, no hay nada más.
Desde hace tres o cuatro años se ha recuperado el Marbepop donde se presentan grupos locales y algún cabeza de cartel. Y el San Pedro Rock que también discurre con mucha dificultad. Hoy en día para hacer cualquier cosa las entidades públicas piden una serie de requisitos que llegan a aburrir a la iniciativa privada o a la iniciativa popular.
Howlin´Ramblers / Bar Fiesta / Las matines del mercao / Marbella
¿Y en el deporte? ¿cómo está el panorama?
Además del fútbol, que ya está incrustado en la sociedad, aquí tenemos cantera de voleibol, baloncesto, waterpolo… que son menos mayoritarios.
Tu ruta de locales que destilan autenticidad sería…
Hace tiempo que no frecuento la noche. Pero bares de diferentes estilos ya quedan muy pocos… La Polaca, El Mala Suerte, El Corto Maltés, La Catarina y Vikins.
Volviendo al deporte, ¿qué demandas harías a las instituciones?
Recientemente se anunciaba que el nuevo PGOU estaría listo a finales de 2020. Después de toda la burocracia, hará falta más tiempo para que existan espacios. Por lo que me temo que hasta 2022 o 2023 habrá todavía que esperar. Así que mi principal demanda sería que si ya saben los terrenos que van a recalificar estaría bien que fueran planteando las estrategias para crear las instalaciones que son muy necesarias para Marbella. Si no, veo que van a perder otros dos o tres años más en plantear algo. Pongamos 2025…. Con ese ritmo, calculo que cuando vayan a hacer las nuevas instalaciones deportivas yo estaré jubilado.
©Cantera Marbella Rugby Club.
¿Qué otros espacios echas en falta en esta ciudad?
Una sala de actos multidisciplinar, además del Teatro de Marbella que es a todas luces insuficiente y mal adecuado para representaciones teatrales… (además, con esos palcos que desde el segundo no se ve el escenario….). Necesitamos un espacio que fuera como el que había en Marbella en lo que ahora es La Pesquera y donde están las dependencias de Sanidad. Ahí estaba el antiguo teatro de Marbella. Había conciertos, representaciones y era estupendo. Algo así, multidisciplinar, que pudiera albergar boxes de ensayo para que los grupos de Marbella, a un precio razonable, pudieran ir a ensayar, que hubiera aulas de pintura… y que fuera como una pequeña ciudad de la cultura. Y luego, hace muchísima falta una ciudad del deporte, digna para lo que hoy presumen nuestros dirigentes: eso que dicen de una Marbella de cinco estrellas. Que seamos cinco estrellas no solo en golf y en tenis, no solo para el turismo. Hay otros deportes que precisan unas instalaciones dignas a tenor de los resultados del deporte base de esta ciudad. Aquí tenemos gente en selecciones nacionales, campeones de España, campeones de Andalucía… La realidad es que somos más de 150.000 habitantes y es de risa que te vayas a Torremolinos que tiene la cuarta parte de Marbella y veas esa ciudad deportiva. O te vayas a las Lagunas de Mijas y veas ese campo enorme con otro pabellón anexo, con piscinas cubiertas… O Estepona con ese estadio de atletismo que van a hacer.
Entrevista Rosa Marqués