Con la resaca y el cariño del Festival de Málaga de Cine Español aún resonando en su cabeza –ha recibido estos días la Biznaga a la Mejor Trayectoria Profesional– hablamos con la actriz almodovariana de vuelta a Madrid. Mariola Fuentes sigue regalándonos papelazos en sus películas y hablar con ella es un auténtico placer. Quisimos que nos recordara por qué participó en el proyecto Miradas de una ciudad, de Jesús Chacón que inaugura el próximo 28 de marzo en el Museo del Grabado de Marbella.
¿Qué recuerdas de aquella sesión fotográfica para Miradas de una ciudad? ¿cómo fue?
Si no recuerdo mal, fue a principios de 2015. Hacía muy poco que había terminado un tratamiento de quimio y de radio. Estaba dejando atrás una etapa dura de mi vida y me sentía como renacida. Me pilló cambiando de piel como las serpientes (risas). Me fascina cómo Jesús capta toda esa energía, esa dureza y a la vez esa fragilidad.
Retrato Miradas de una Ciudad.
¿Quién te habló por primera vez de este proyecto?
Fue Jesús quien me contó el proyecto. Me parece muy necesario reivindicar a los artistas y a las personas que trabajan y luchan por la cultura de tu ciudad. Quise participar desde el principio, pero no fue fácil encontrar el momento. Menos mal que Jesus esperó pacientemente a que yo pudiera ir a Marbella.
¿Cómo definirías a día de hoy tu vinculación con la ciudad de Marbella?
Mi vinculación con Marbella es absolutamente emocional. Me fui a Madrid en el 89 y allí tengo mi vida, mi trabajo. Ahora que lo pienso, he vivido más tiempo en Madrid que en Marbella (risas), pero es imposible desligarse del lugar donde uno se crió, donde está tu familia y donde tienes tantos amigos.
¿Te has sentido reconocida? ¿profeta en tu tierra?
En 2017 el ayuntamiento de Marbella me otorgó un premio de cine y en esta última edición del Festival de Málaga, junto con la prensa malagueña,consideró que mi carrera era merecedora de la Biznaga a la Mejor Trayectoria profesional. Claro que me siento reconocida pero estos premios te alimentan más lo que es el ego. Lo que te alimenta el cuerpo y el alma es poder vivir de tu arte. Cuando se pretende que un artista, ya sea a nivel nacional o local, trabaje gratis (cosa que pasa muy a menudo), es normal que no se sienta reconocido ni valorado por su trabajo.
Retrato sin editar / Miradas de una Ciudad.
¿Has sentido en algún momento esa especie de vergüenza de los artistas al decir que eras de Marbella?
Por supuesto, la época G.I.L fue bastante difícil, por ejemplo.
¿Qué echas de menos de la Marbella de los años ochenta al compararla con esta de hoy?
Yo no soy nada nostálgica. No soy de las que piensan que cualquier tiempo pasado siempre fue mejor, pero sí tengo que decir que hay claramente una Marbella antes de G.I.L y otra después. Creo que la Marbella de antes tenía más vida e inquietud cultural.
¿En qué momento profesional te encuentras ahora? ¿Dónde podremos verte próximamente?
Pues no sé, intentando resistir como siempre. A mí la sensación de estar empezando en esta profesión no se me ha quitado todavía (risas). Ahora estoy de gira con Háblame, una función de teatro. También a punto de estrenar Ay, mi madre, una película de Frank Ariza, e Instinto, una serie para Movistar+.
¿Crees que hay buena cantera de actores y actrices en la ciudad?
Málaga, en general, siempre se ha caracterizado por dar buenos actores y actrices. Así que alguna parte nos tocará, ¿no?
Retrato de una Ciudad.
¿Qué ideas se te ocurren que podrían desarrollarse a nivel cultural en Marbella?
Creo que es labor de los políticos fomentar y proteger la cultura y la educación. Con lo que ha crecido Marbella, invertir en más centros educativos, una buena biblioteca, salas de ensayos, museos, salas de exposiciones, fomentar el teatro, la música en directo… me parece fundamental pero no sólo enfocado al turismo, sino a los habitantes, sobre todo a las nuevas generaciones. Hay que dar herramientas para que los artistas de ahora y los que vendrán, desarrollen todo su potencial y su talento.
Entrevista: Rosa Marqués
@rocamarcar